sábado, 1 de agosto de 2015

No Voy a Volver a Bajar La Guardia (Una Experiencia)

Hola gente! :)

Hoy primero de agosto es mi día sin atracones número 87! Lo que es un tremendo logro para mí, pero si no hubiese sido capaz de enfrentar la experiencia que les voy a contar en este post no habría alcanzado ese número. Esto me pasó hace más o menos dos semanas. Fue un desafío realmente difícil que tuve que afrontar y aún me sorprende el hecho de haber salido victoriosa de él.

Me junté con unas amigas y decidimos que íbamos a pedir una pizza y palitos de ajo, yo estaba bien con eso (tenía hambre desde el principio). Había sabido durante todo el día que iba a comer más de lo normal con ellas y no estaba preocupada. Como ya me había enfrentado a esas situaciones antes y no había tenido atracones no estaba ansiosa.

Recibimos la pizza, pagamos, y empezamos a escoger una película para ver. Mientras estábamos en eso, mis amigas empezaron a comerse los palitos de ajo, yo los vi y pensé "Wuo, que ricos! Voy a comerme uno" No sentí ningún peligro y no me preocupé para nada. Tomé uno, lo olí. Pero en el momento que lo probé. CLIC. Empecé a ver borroso y hasta me sentí mareada. No me había sentido así en tanto tiempo que hasta se me había olvidado lo fuerte que era esa sensación, pero ahí estaba. Me sentía como si estuviera en medio de un atracón, pero no era un atracón! Sólo había probado un palito de ajo! No entendía nada, así que me empecé a asustar. De inmediato super que si no encontraba una forma de parar de sentirme así iba a terminar teniendo un atracón real.

Intenté calmarme y me comí mi palito muy lentamente pero incluso después de eso seguía con hambre, así que me comí un pedazo de pizza. Luego estuve físicamente satisfecha pero "quería" seguir comiendo. En ese momento y porque estaba con mis amigas, la mejor idea que se me vino a la cabeza fue esperar que se me fuera la ansiedad. Así que esperé, esperé y esperé. Y de a poco la ansiedad se empezó a ir.

Fue especialmente difícil no seguir comiendo porque este "urge"* me atacó inesperadamente después de mucho tiempo en el que no había tenido ninguno. Había bajado la guardia, y además tenía hambre cuando me dio ansiedad. Entonces cuando logré estar físicamente satisfecha no seguir comiendo fue un acto de fuerza de voluntad pura. Gracias al cielo, pude reconocer el "urge" inmediatamente, esa sensación es tan distinta a como me siento hoy en mi vida cotidiana que habría sido imposible que no lo reconociera. 

Aunque técnicamente no tuve un atracón a pesar de lo terriblemente difícil que fue, sentí como si hubiera tenido uno. Mi cuerpo sintió como si hubiera tenido uno, o al menos eso sentí en mi cabeza, la sensación fue demasiado real. Así que después de esa experiencia temí tener que empezar de cero. Temí que iba a volver a asustarme cada que vez que tuviera que salir, que iba a tiritar cada que pasara por afuera de una pastelería o que en cualquier momento me podría dar ansiedad por comer.

Pero no fue para nada así. Aunque sigo un poco nerviosa porque esto podría volver a pasar, simplemente no ha vuelto a pasarme hasta ahora y me siento de nuevo como la "recovery-Pol" que soy hoy en día. Volví a la normalidad. Fue una experiencia rara, que me asustó, pero eso fue todo. 

Así que estuve pensando un montón sobre esto y después de hablarlo con mi psicóloga concluimos que tengo un vínculo emocional con los palitos de ajo -lo que es verdad, aunque sea un poco gracioso, porque cuando era niña me escondía en las noches para comerme los que sobraban y eso me hace todavía verlos como una comida prohibida-. No me había dado cuenta pero estaba pensando en blanco y negro con esta comida específica, y si le añades que tenía hambre, bueno, obtienes un lindo "urge to binge".

Mi psicóloga me recomendó hacer una lista con las comidas que aún considero prohibidas, que en mi caso son: palitos de ajo, cinnamon rolls, frappuccinos, McFlurry's y Churros. Esto será una buena ayuda en caso de que tenga o quiera enfrentarme a ellas en un futuro cercano, para estar preparada.

De esto puedo aprender que incluso si me esta yendo muy bien en mi tratamiento todavía tengo que seguir trabajando duro en él cada día. No puedo bajar la guardia, lo que no significa que tenga que estar preocupada las veinticuatro horas del día, siete días a la semana. Pero dado que tengo un pasado cercado con trastorno por atracón, es aún muy pronto para dejar de preocuparme. Una vez más, hay un balance que tengo que encontrar.

Y bueno, va a haber unos días en los que voy a tener que usar my fuerza de voluntad para decidir luchar contra la ansiedad - l@s que me sigan en instagram probablemente sepan que tengo mi propia técnica para despejarme de la ansiedad por comer, pero incluso esa técnica requiere de cierta cantidad de fuerza de voluntad en un cierto punto-, incluso si esos días son los menos. Pero aquí está el lado bueno de esto: Si seguimos ignorando estas señales de nuestros cerebros, ellos van a aprender que estas señales son inútiles y eventualmente van a dejar de enviarlas. Así es cómo eventualmente nos liberaremos de estos hábitos compulsivos. Funcionará. Pero para eso tenemos que dejar de herirnos en cualquier otro aspecto (no podemos enfocarnos en hacer dieta y esperar dejar de tener atracones).



So... Este post fue, una vez más, muy experiencial, pero espero que les haya gustado :) Recuerden que siempre pueden dejar un comentario, una pregunta, o mandarme un mensaje directo por instagram. <3 Stay strong, ustedes pueden!


Pol




* "Urge" o "Urge to binge": Es a lo que en general en español le decimos ansiedad o ansiedad por comer, con la diferencia de que en inglés tiene la connotación específica de referirse a los atracones, mientras que en español puede ser por antojos o simplemente por estar nervioso/a o por querer comer algo.